viernes, 25 de noviembre de 2011

What I talk about when I talk about running

Es el título de un libro de Murakami. Haruki Murakami, el de Tokyo Blues. Que por cierto, me parece sobrevaloradísimo, me gustó muuucho más After Dark. Corto y preciso, excelente.

 Fotografía por cortesía de Amazon.uk.

Creo que lo que pasa con Murakami es lo siguiente, este escritor lo que hace en sus libros es contar sus paranoias, su mundo, sus cosillas vamos; que si sus discos, que si su gato, que si le gusta correr... y esto es lo que le hace único, porque es una persona con un mundo interior como una galaxia de grande. Es lo mismo que pasa con David Lynch, Woody Allen o Pedro Almódovar. Son directores de los cuales ves una película y puede que te enteres de unas cuantas cosas, o que reconozcas determinado cuadro o determinada canción, pero ni de lejos vas a verla y te empapas de todo lo que han impregnado en ellas. Bueno, en el caso de David Lynch, no te empaparás de nada de lo que ocurra, ni sabrás como has llegado hasta ahí y porqué, eso está claro, o al menos eso me pasa a mí.

Al caso, que me lío, como se avecina mi cumpleaños les he encargado a mis progenitores tres libros. Soy una chica de gustos sencillos. No pido demasiado. Los tres mosqueteros son los siguientes, David Lynch, de Quim Casas, De que hablo cuando hablo de correr, de Murakami (yo en español, el título lo pongo en inglés para quedar de guay, pero fijo que me leo un libro de Murakami en inglés y no me entero de nada), y por último Morfología del cuento, de Propp. Bueno de este no os hablo porque os aburriría ;) Morfología del cuento lo llevo ansiando desde primero de carrera, para que veáis, pero nunca me atreví con él hasta hoy. Cosas de la vida.

Quim Casas me parece un tío guay, por eso le voy a dar una oportunidad, más que nada. Lo único que sé de él es que escribe artículos bastante buenos y "leíbles" (nada de farragosidad) en la revista Dirigido por, revista muy recomendada para todo aquel al que le guste el cine, en general, y el cine de verdad, en particular. Pero no os la vendo más porque es cara, y hombre, merece lo que vale, porque contiene más texto que imagen jajaja pero no está la economía para más. Yo simplemente la compro de Pascuas a Ramos, como debe ser.

Estoy deseando leer De que hablo cuando hablo de correr, porque por lo visto Murakami es un asiduo corredor, de hecho, ha hecho incluso varias maratones, y no es que yo sea una deportista empedernida. Ni mucho menos. Y la verdad es que no he salido a correr en mi vida, para que os voy a engañar. Pero últimamente estoy motivada, y quiero conocer las experiencias de Murakami con el asunto y poder hacerlas mías, ya de paso. Lo mismo hasta me compro unas deportivas nuevas, así con la tontería. Que ya que me animo que sea por algo... jajajajajaja Nada. Las deportivas las necesito, que el otro día en Pilates me di cuenta de que tengo un bucherazo en la izquierda, en toda la puntera, se me veía el calcetín rosita, muy mono él. Y desde ese entonces me he puesto calcetines oscuros, para no asustar al personal.

También llené de barro la clase, porque claro, me bajaba al parque (osea, al campo, quizir, al barro) con el perro y entre que nos ponemos a buscar topos (yo le indico los agujeros, soy una ama PRO) y se lía a correr  y roba los juguetes de los demás perros, pues me toca meterme en el barrizal y claro, pasa lo que pasa.

Y el objetivo de todo esto es decir que necesito unas deportivas nuevas y ya de paso, quizá me ponga a correr. Con el perro además, si él quiere claro.


EDITO. Adjunto fotografía de Quim Casas. Un minipunto para él por ser un tío tan grande. Me supera:



Y ahora sí, que antes no me había despedido. Besos.

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